Utilizar una batería doméstica ofrece varias ventajas. En primer lugar, permite un uso más eficiente de la electricidad, ya que el exceso de energía puede almacenarse para su uso posterior. Esto puede suponer un ahorro en costes energéticos. Además, una batería doméstica aumenta la independencia energética, ya que puede ser autosuficiente en caso de cortes de electricidad o picos de consumo. También contribuye a un suministro energético más sostenible, ya que el uso de energía almacenada procedente de fuentes renovables reduce la dependencia de los combustibles fósiles.

La capacidad de almacenamiento de una batería doméstica varía en función del modelo y las especificaciones. En general, las baterías domésticas tienen una capacidad de almacenamiento que puede oscilar entre unos pocos kilovatios hora (kWh) y varias decenas de kWh. El tiempo real que una batería doméstica puede almacenar energía depende del consumo energético y de la disponibilidad de fuentes de energía renovables.

Sí, una batería doméstica puede integrarse con paneles solares. Esto garantiza un uso más eficiente de la energía solar generada. Cuando los paneles solares producen más energía de la que se necesita en ese momento, el exceso de energía puede almacenarse en la batería doméstica. En los momentos en que los paneles solares generan menos energía, la batería doméstica puede suministrar la energía almacenada. Esto aumenta la autosuficiencia y minimiza la dependencia de la red eléctrica.